Estudios realizados en el Reino Unido, demuestran que los fumadores y las personas que están expuestas al humo del tabaco son más vulnerables a sufrir pérdida de audición. Los investigadores analizaron el historial de personas entre 40 y 69 años y se reveló que los fumadores tienen un riesgo de un 15,1% de sufrir pérdida auditiva frente a los no fumadores. 

Dicho estudio también indica que en los ex-fumadores disminuye la probabilidad de padecer problemas auditivos debido a que adoptan estilos de vida más saludables.

Fumar está relacionado con las enfermedades cardiovasculares, en cada bocanada se absorben muchas sustancias tóxicas, entre ellas la nicotina, que provoca que las arterias que llevan la sangre al oído se cierren y dañen las células de este órgano.

Las células ciliadas de la cóclea se encargan de traducir las vibraciones del sonido en impulsos impulsos eléctricos al cerebro y se pueden ver afectadas al cerrarse las arterias. Todo esto puede provocar el tinnitus o afectar al oído en el equilibrio.

Una de las consecuencias más importante del tabaco es ¿cómo puede afectar a la gente que nos rodea?. Los estudios han demostrado una clara correlación entre la pérdida de audición y los fumadores pasivos. Los no fumadores que conviven con fumadores son 1,94 veces más propensos a sufrir problemas de audición que aquellos que no convivan con un fumador.

Los bebés de madres que han sido fumadoras pasivas durante el embarazo también corren el riesgo de nacer con bajo peso. En este tipo de pérdidas auditivas, los cambios patológicos producidos en los nervios auditivos y en el oído interno hacen que transmitan las señales acústicas de forma incorrecta.

Se aconseja hacer revisiones rutinarias a los jóvenes que están expuestos de forma pasiva al tabaco para detectar una discapacidad auditiva. Pida cita en nuestros Centros Auditivos Audires, en Leganés y Getafe, y proteja su salud auditiva.