En muchas ocasiones la gente espera demasiado tiempo hasta que decide ponerse los primeros audífonos. Por este motivo, al principio los sonidos son muy diferentes si se comparan con una audición normal.

Las voces o el ruido del tráfico parecerán  demasiado altos e incluso metálicos pero en cuestión de días esta percepción cambiará.

Al igual que ocurre con las gafas, los primeros días que use los audífonos se puede sentir extraño con ellos. Desde el primer momento hay que intentar usarlos el máximo de tiempo posible, en distintos ambientes.

El proceso de adaptación dura varias semanas, por lo que se aconseja que la primera toma de contacto con los sonidos sea en ambientes tranquilos y conforme pasen los días ir cambiado los hábitos a otros lugares con más ruido, como por ejemplo una cafetería, teatros, lugares de culto, etc.

Uno de los puntos débiles en la adaptación son las conversaciones donde participan varias personas.  A veces resulta difícil comprender la totalidad de lo que dicen. En esta situación, acérquese a la persona que quiere oír y céntrese en ella y en el contexto del diálogo.

Los audífonos de hoy en día permiten seleccionar el volumen adecuado dependiendo del entorno. Se aconseja que el volumen no sea demasiado alto porque no ayuda a la compresión y si la pérdida auditiva es bilateral es necesario adaptar un audífono en cada oído, el nivel de audición que notará será completamente nuevo.

Con la experiencia en el uso del audífono irá adquiriendo más confianza. El ajuste de los audífonos es un proceso prolongado y psicológico. Es buena idea plantearse un objetivo personal y un plan de acción. Cuente siempre con el apoyo de su audioprotesista para realizar cualquier consulta o realizar los ajustes que sean necesarios en sus audífonos.

El personal cualificado de Audires le ayudará en todo el proceso de adaptación, realizando revisiones periódicas para conocer sus experiencias auditivas y realizando los ajustes necesarios para sacar el máximo beneficio a los audífonos.