En Audires, Gabinetes Auditivos en Leganés y Getafe, sabemos que lo importante no es únicamente contar con los audífonos que cubren nuestra pérdida auditiva sino también que la adaptación a los mismos sea la ideal. En Audires estamos a tu lado.

Entendemos por Proceso de Adaptación el tiempo que transcurre desde que el paciente utiliza por primera vez sus audífonos, o ayudas auditivas, hasta que se ha habituado a su empleo.

Muchas son las personas que disfrutando de los audífonos ideales para su caso concreto de pérdida auditiva no se han adaptado a los mismos y los han acabando arrinconado en un cajón sin usarlos nunca. En Audires, Gabinete Auditivo en Getafe y Leganés, hacemos un seguimiento personalizado de su Adaptación para que esto no suceda.

PROTOCOLO AUDIRES DE ADAPTACIÓN A SUS AUDÍFONOS

Ante el proceso de adaptación a su nueva forma de oír en Audires hemos establecido un protocolo con el objetivo de que todas las personas que confían en nuestra profesionalidad puedan volver a oír bien con sus ayudas auditivas.

El secreto está en el seguimiento que realizamos, comentando sobre las sensaciones percibidas, ajustando los audífonos en función de las observaciones de nuestros pacientes y poniéndonos en su lugar para que sepa que podemos ayudarle a volver a oír bien. Si los pacientes siguen nuestras recomendaciones el proceso de adaptación acabará siendo un éxito. Y el prestigio de un Centro Auditivo se mide por sus Adaptaciones.

La primera premisa de la que partimos consiste en recomendar únicamente los audífonos que responden a las necesidades de nuestro paciente de un modo particular. Para ello vamos a tener en cuenta tres aspectos fundamentales:

1. Pérdida auditiva, tipo y gravedad de la misma. Los datos los tenemos gracias a las audiometrías de control realizadas.
2. Ritmo de vida, actividades, aficiones y rutinas particulares de cada paciente
3. Necesidades particulares de cada paciente

Aunque podríamos pensar que con el punto 1 y el 2 es suficiente lo cierto es que debemos conocer, también, las necesidades reales de cada paciente ya que de otro modo puede que la adaptación no termine en éxito. Este sería, por poner un ejemplo, el caso de las personas que no quieren sentirse señaladas por el empleo de audífonos. Estos pacientes no usarán los audífonos a pesar de que escuchan bien ya que se sienten incómodos. Pero si tenemos en cuenta este aspecto le podremos recomendar audífonos discretos, invisibles.

Por esta razón establecemos una auténtica relación de confianza con nuestros pacientes.